De manera satírica y a través de minuciosas descripciones, bajo la figura de Zenón Omonte, Augusto Céspedes relata en "Metal del diablo" la vida de Simón Iturri Patiño, quien se enriqueció gracias a las minas de estaño en Bolivia y a sus inversiones en fundiciones de diversas partes del Europa y América. Nacido en un pequeño pueblo de Cochabamba, Omonte se transforma, de a poco, en un poderoso y gran empresario minero, y también en un explotador sin límites, que tendrá gran influencia sobre sucesivos gobernantes.