En este libro podrían cercenarse algunos párrafos, y el libro, aunque incompleto, se ofrecería con un aire de candidez humorística. Los héroes pertenecen a la realidad y viven en más de sesenta capítulos, conectados simplemente por el azar. Cada uno es cada uno, y no es el autor el que habla, igual a un ventrílocuo detrás de sus personajes. Algunos son honestos, amantes del terruño, generosos; otros, en mayor número, son antipatriotas, venales, frívolos, mentecatos. No es culpa de nadie: así nacieron y así los vemos. El autor no tiene por qué mentir; no pertenece a ningún comité pro acercamiento latino, ni a ninguna asamblea. Si dijera que la colonia criolla en Europa fue temperante y llena de distinción, sería muy agradable, pero traicionaría su conciencia.